martes, 22 de junio de 2010

Intentando leer


Miro intenta leer, un entretenido libro de cuentos llamado: El perro lustra botas o algo parecido.
La verdad es que Miro está distraído
ultimamente, y no sabe lo que dice o lo que lee. Es como si le importara y no le importara a la vez. ¡Rayos! Los estudios son los estudios, él lo sabe, pero desearía salir a jugar a la pelota o encontrarse con el cínico de Fago, que acaba de convertirse en el favorito de la profesora de matemáticas. Eso cree Miro, después de verlo en el recreo conversando con ella como si fuera un gran alumno. ¿Acaso es posible? ¿Alguien puede cambiar así de la noche la mañana? No puede ser. Fago es de esos tipos que disfrutan molestando a los demás, como algunos famosos de la televisión, esos que parecen algo tontos.
Nuevamente toma el libro y lee el primer párrafo; es muy entretenido, pero Miro sólo piensa y piensa,
Fago ocupa su mente como si fuera un gran problema. ¿Y si hubiera cambiado en realidad, si Fago fuera un niño con otros sentimientos? Difícil. Deja el libro a un lado, toma un lápiz y un papel para escribir un saludo. Hola escribe: hola Fago, ¿es verdad lo que dicen de ti? ¿Acaso ocurrió un milagro?

viernes, 26 de marzo de 2010

Miro en el terremoto




Al momento del terremoto, Miro se tambaleaba sin poder sostenerse en pie, porque la tierra se movía como un gran carrusel. Por fortuna estaba en casa junto a su familia.
Pasado el movimiento, la gente tenía la cara medio retorcida de susto. Eso pensó Miro, cuando los vecinos del barrio se reunieron en el patio común, un lugar seguro, sin cables eléctricos ni vidrios rotos.
Los niños se juntaron entre sí para comentar su experiencia. Los adultos cotorreaban de lo lindo, algunos lloraban, otros buscaban radios a pilas y linternas. Alguien gritó a lo lejos: ¡corten el gas y la luz, para mayor seguridad!
Miro no entendía lo ocurrido. La tierra es un ser viviente y lo demostró una vez más, en la historia de la humanidad.
Lástima que tener miedo a veces causa vergüenza, por eso Miro prefirió hacerse el valiente, haciendo chistes tontos con respecto al terremoto. Los próximos días, sucedieron temblores o réplicas, necesarios para que la tierra lograra acomodarse. La gente seguía extraña, incluso sus propios padres y lo peor de todo: ellos también sentían miedo.
Con el tiempo, Miro comprendió que los valientes no siempre son aquellos que no sienten temor, sino quienes, decididos ante una catástrofe natural, buscan la mejor manera de protegerse a sí mismos y a los demás. Por eso es bueno saber que viviendo en un país sísmico, hay que conocer ciertas cosas:

_ Nunca cierres con llave la puerta del dormitorio.
_Mantén los lugares de evacuación, como puertas y pasillos, libres de objetos como zapatos u otros, con los que pudieras tropezar.
_Los adultos deben asegurar contra el suelo o las paredes, los objetos de mayor peso como muebles, estantes etc.
_Almacenar agua en recipientes plásticos cerrados y conservar algunos alimentos no perecibles, linternas y radios con pilas.


Lo más importante es mantener la calma. Recuerda que la vida está hecha de todo tipo de momentos.
_Mantente alejado de ventanas, espejos, objetos de vidrio o cualquier cosa que pudiera lastimarte.
_En caso de peligro, protégete bajo un mueble suficientemente firme o en el dintel de las puertas.
_No huyas alocadamente de casa, sin antes saber qué lugar seguro tienes alrededor. Debes conversar con tus padres al respecto. A veces el patio o la calle, pueden resultar más peligrosos que tu propia casa.
_En el colegio, sigue las indicaciones de los profesores y el plan DAISY.
_Si estuvieras en la calle, aléjate de cables eléctricos y cualquier objeto que pudiera lastimarte.
_No utilices ascensores durante un terremoto.

Recuerda... Aunque no siempre encuentres una respuesta a todo, piensa que este mundo está hecho para ti y debes aprender a cuidarte.

martes, 26 de enero de 2010

Un cuento en vacaciones





Miro está de vacaciones. Agnán vino a visitarlo y trajo un cuento que escribió el primo del amigo de un amigo. Decidieron publicarlo en un blog, respetando el nombre del autor, como debe ser. Luego leyeron:





Entrevista al perro que habla Castellano



Por: Joaquín Ramírez Heise


¿De qué vive o en qué trabaja?
Bueno, soy empresario, yo soy el dueño de
Colabella.

¿Se gana mucho en ese trabajo?
Hmm...bastante, pero igual se pierde dinero, porque en Colabella algunas veces quedamos con productos que pasan de moda.

¿Dónde aprendiste a hablar español?
En la Escuela
Tatarata. De adulto ganaba dinero en entrevistas para la televisión, así terminé mis estudios como empresario.

¿Usted era pobre?
De hecho sí (con pena).
Cuando era niño era pobre; vivía en una covacha con mi familia: mis dos hermanos y mis padres, quienes también hablaban castellano.

¿Sus padres murieron?
Si, cuando yo tenía siete años.

¿Todos los perros hablan?
Sí, pero de diferente manera. Yo soy el único perro que habla castellano, los demás hablan
payistinjong.

¿Eres diferente a los demás perros?
Físicamente no, psicológicamente sí.

¿Para qué tienes ese dique en tu piscina?
Es que en un lado tengo agua fría y en el otro caliente.

¿Tienes muchas dioritas en tu patio, para qué?
Sólo porque me gustan, además quedan bien en mi hogar.
¡
Ah, son las 9 hrs A.M! Se acabó mi tiempo. Debo ir al trabajo.