
_ Ilusionado, Miro piensa que la prueba consiste en una carrera de resistencia alrededor de la cancha de futbol del barrio o algo parecido.
_ ¿Ves la casa amarilla de la ladera?_ pregunta Fago.
_Si.
_Es de una bruja. Mis amigos y yo la conocemos mucho.
_No sabía_ dice Miro.
_Tendrás que arrojar una piedra en la ventana y quebrar un vidrio_ afirma Fago desafiante.
_Yo nunca he quebrado un vidrio. Además, si me descubre y me pega.
_No te pegará. Nosostros te cuidaremos. ¿Verdad chicos?_ Los demás se ríen y se burlan.
_Está bien, ustedes me cubrirán.
Miro quiebra el vidrio con una pedrada certera y violenta. Luego se da a la fuga.
Una mujer mayor sale de la casa corriendo tras él. Tiene una escoba en la mano. Miro está asustado: su corazón amenaza con escapar del pecho y sólo desea creer que todo es una pesadilla y esa fea bruja es una bella joven jugando a las escondidas.
Una vez más, Miro se encuentra en peligro.
Recuerda: los verdaderos amigos no ponen condiciones.
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